En Dogavari, entendemos que un pelaje limpio y bien cortado va de la mano con la tranquilidad de tu perro. Por eso, convertimos cada sesión en una experiencia positiva y libre de estrés. Un mal recuerdo en la peluquería puede marcar para siempre la percepción de tu perro sobre el groomer. Con unos sencillos ajustes en el entorno, la actitud y las técnicas, podemos transformar la peluquería en un ritual relajante y hasta divertido. En esta guía te mostramos cómo trabajar en positivo, paso a paso, para que cada corte sea toda una experiencia de confianza y bienestar.


¿Por qué es tan importante el enfoque positivo?

  • Reducción de ansiedad. Los perros responden al lenguaje corporal y al tono de voz: un ambiente amigable baja los niveles de cortisol (hormona del estrés).
  • Mejor cooperación. Un perro relajado se deja manipular sin resistencia, lo que agiliza el proceso y evita accidentes.

  • Refuerzo del vínculo. Cada masaje y caricia refuerza el lazo con tu peludo, convirtiendo la peluquería en un momento de conexión.

Preparación previa: El primer paso hacia el éxito

  1. Sesiones de socialización en casa
    • Acostumbra al perro a que le toquen patas, orejas y lomo.

    • Simula el sonido de la tijera acercando un peine metálico o juguete que haga “clic”.

  2. Elige el momento adecuado

    • Programa la cita tras un paseo o sesión de juego para que llegue más tranquilo.

    • Evita horas en que el salón esté saturado de perros; un entorno más tranquilo ayuda a tu perro a concentrarse.

  3. Premios y refuerzos

    • Prepara pequeñas golosinas de textura blanda (trozos de pechuga de pollo, premios específicos) para recompensar cada paso positivo.

    • Utiliza una voz suave y palabras de ánimo: “¡Muy bien!”, “¡Genial, campeón!”.

Qué hacer ante el miedo o tensión

Situación Estrategia
El perro se estremece Para y espera 30 s; acaricia suavemente y vuelve a iniciar sin herramientas.
Se agacha o evita Ofrece un premio sobre tu mano para que se acerque voluntario.
Lame los labios Señal de estrés: cambia a un cepillo suave y reduce intensidad.
Gime o intenta escapar Retrocede a la última zona cómoda y recompénsalo por quedarse.